Durante el transcurso de mi vida me he encontrado con muchas personas que adoptan prácticas basadas en mitos urbanos, leyendas antiguas, "remedios" tradicionales, y enseñanzas que carecen de fundamento. Muchas veces he tenido la oportunidad de preguntarles porqué se involucran en dichas prácticas, y en la mayoría de los casos la respuesta es que así es como fueron criados, o que esa es la tradición de su familia, o presentan alguna otra evidencia de que nunca se han puesto a pensar al respecto.
No es mi objeto el criticar las tradiciones, ya que considero que éstas pueden ser saludables y beneficiosas. Lo que quiero plantear en esta ocasión es la importancia del pensamiento crítico y su notable carencia en el mundo actual.
El pensar críticamente es el participar activamente en el proceso de conceptualización, aplicación, análisis, síntesis, y evaluación de información obtenida a través de observación, experiencia, reflección, razonamiento, o comunicación que llevan a una creencia o acción particular.
El participar en pensamiento crítico promueve la creatividad, que lleva a la resolución de problemas así como al mejoramiento de prácticas, métodos, y productos.
Finalmente, el pensar críticamente promueve la auto-reflección, lo que promueve la reestructuración de valores y decisiones para lograr una mejor calidad de vida.
No comments:
Post a Comment